El pico Trevenque es una montaña situada en la cara noroeste de Sierra Nevada (España), entre los términos municipales de Dílar y Monachil, (provincia de Granada). El Trevenque tiene una altura de 2.079 metros. La cima de este pico dolomítico es accesible a pie por dos rutas (desde el Oeste y desde el Sudeste). La ascensión es asequible y puede realizarse sin material técnico de montañismo pero la parte final de las dos veredas que conducen a la cumbre es muy escarpada. A pesar de no tener una altura demasiado grande con respecto a los cercanos tresmiles es una montaña que siempre atrajo mi mirada cuando la veía desde arriba, por su forma piramidal y sus rocas dolomíticas, una ascensión imprescindible de la media montaña granadina.
Desde la cumbre pueden verse todos los tresmiles occidentales de Sierra Nevada, desde el Pico Veleta hasta el Cerro del Caballo. Durante la ascensión es frecuente el avistamiento de cabras monteses (Capra pyrenaica). Por su popularidad y su silueta destacada en la zona exterior de Sierra Nevada, el Trevenque es conocido como "el rey de la baja montaña".
Geológicamente, pertenece al llamado Complejo alpujárride y, dentro de él, al llamado Manto del Trevenque. Este manto es fundamentalmente dolomítico, con un alto grado de tectonización, manifestado en trituraciones con recristalización, con roca pulverulenta (catacalasita).
El Trevenque es sin lugar a dudas el rey de la media montaña de Sierra Nevada, su posición aislada y su altura lo convierten en una atalaya perfecta, en donde la panorámica de 360º es total. Pero además, el exigente recorrido que es preciso efectuar, para hacer cumbre desde cualquier punto que se ataque, lo convierten en uno de los picos más ascendidos y más montañero de los que podemos realizar en el Parque Natural.
En el día de hoy, vamos a hacer la subida más clásica al mismo, esto es por la Cuerda del Trevenque. El punto de partida es el estacionamiento del Canal de la Espartera, al que llegaremos desde Granda, pasando por La Zubia y Cumbres Verdes, tomando el canal del Cortijo Macareno y Fuente del Hervidero que rodearemos hasta encontrarnos con un desvío a derechas que asciende hasta la explanada donde dejamos nuestros vehículos.
Una vez bien pertrechados con nuestras mochilas, tomamos el camino que transcurre a la izquierda del canal e iniciamos la ascensión rodeando por la derecha la ladera, acompañados de unas impresionantes vistas de Los Alayos a la derecha y de la Boca de la Pescá que se queda a nuestra espalda.
Este tramo de camino, tiene bastante anchura y gana altura hasta permitirnos asomarnos al Mirador de la Cuerda, primera parada obligatoria para tomar las fotos de los Arenales del Trevenque, del propio pico y de la subida que nos espera.
En esta ocasión, proseguiremos la pista, siguiendo el Camino de la Cuerda del Trevenque, que va curveando por la ladera, muy cercano a la cresta, incluso, en alguna ocasión, nos permite asomarnos al otro lado y contemplar la gran mole del Huenes y el carril de la Cortijuela en lo hondo del barranco. Poco a poco nos acercamos a la base del pico, que cada vez parece más alto e impone aún más.
Llegamos a la base, hasta el primero de los nervios que nos encontramos, justo ahí, paramos para comer un poco y recuperar energías antes de afrontar el último ataque. A partir de aquí, es preciso tomar un ritmo pausado y con pasos cortos, que nos permitirán salvar el impresionante desnivel y el dificultoso terreno arenoso que dificulta aún más la ascensión.
Especialmente difícil es un tramo de este nervio, muy empinado y suelto que pone de su parte para impedirnos el paso, pero con energía, fuerza y tranquilidad, logramos salvarnos y enlazar una hilera de grandes rocas que nos permiten alojarnos sobre la empinada ladera, con un terreno más consolidado, donde proseguimos un intenso zigzagueo que nos lleva a rozar la cumbre por fin.
Sólo nos queda, el último empujón, saltando una barrera de rocas y enlazando un corto sendero a la izquierda que nos lleva a la mismísima cumbre, a 2.079 metros, donde rozamos el cielo y disfrutamos de una panorámica completa a nuestro alrededor. Todo el camino que subimos, el Cerro Huenes, los Alayos de Dílar, la Loma Dílar, la Loma de los Panaderos, Pradollano, gran parte de las pistas de esquí, toda la vega y ciudad de Granada, pueblos de alrededor y lejanas sierras como Parapanda y Almijara están al alcance de nuestra vista.
Debemos de sosegarnos, respirar el aire que ahora compartimos con los pájaros, disfrutar de la vista y comprender lo diminutos que somos en comparación con la montaña que hoy nos ha regalado su ascensión.
Comemos algo, echamos un último vistazo e iniciamos el descenso por el mismo camino que nos ha llevado hasta aquí. Debemos de extremar la precaución hasta llegar a la cuerda, ya que el terreno está sumamente suelto y un resbalón aquí pudiera resultar grave. En esta bajada descubrimos que algunas veces bajar es peor que subir.
Siguiendo, tras descender de la cúspide, por la Cuerda del Trevenque, nos dará la sensación de que esta es más larga de lo que era en la subida, es lo que tienen los retornos, situados en el Mirador de los Arenales, proseguiremos el sendero que parte de la derecha de la pista, que nos llevará a tomar varios recortes de la misma y finalmente seguir el Camino de la Dehesilla que de forma más amena nos llevará de nuevo al Canal de la Espartera donde esperan nuestros vehículos.
Es habitual disfrutar en esta zona de la presencia de cabras montesas que campan a sus anchas por estos, sus dominios.
Y eso es todo por hoy amiguetes, hasta la próxima, y no olvideís vitaminizaros y anarquizaros je je.
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